
Esta es una de las frases que más dicen nuestros hijos a partir de una cierta edad , ¿y sabes que?……pues que tienen razón. Nuestro pequeño se ha convertido en un adolescente. Sí, has oído bien, a llegado el momento que tememos todos los padres y que sin embargo es tan importante para el desarrollo de nuestros hijos.
Muchas veces los padres pensamos que esa forma de comportarse de nuestro hijo adolescente no va a cambiar nunca ¡¡como es posible que haga eso !!……¿tan mal lo he hecho? ¡todo lo que te he enseñado no ha servido para nada!……..No te preocupes, cambiará. Simplemente nuestro hijo está pasando por el proceso de individualización.
Su comportamiento es temporal. Durará el tiempo que tarde en descubrir quien es y como puede pasar de la niñez a la edad adulta.
Lo que vemos como rebeldía es en realidad un cuestionamiento de los valores y normas que ha conocido hasta ahora. Con ello solo busca forjar sus propios criterios, sus propios valores y su propia identidad.
Nuestro papel como padres, en este momento, consiste en apreciar la naturaleza individual de nuestro hijo y proporcionarle la retroalimentación que le ayude a ser lo mejor que pueda ser. Así contribuyes al desarrollo de su autoestima.
Tú puedes aprender a aceptar la naturaleza: es evidente que un cactus necesita alimentarse de manera diferente que una orquidea, y que una rosa no puede llegar a ser una petunia, no importa lo que usted haga por cambiarlos.
Imagina q alguien te da un cactus para que lo cuides el resto de la vida. .¿Como te siente con respecto a la planta que has recibido? si recibiste un cactus pero deseabas tener una rosa, ¿puedes hacer algo para transformar el cactus en rosa?. ¿ Que implicaría si a la orquídea le damos los cuidados que necesita un cactus? . De igual forma, educar un adolescente es un proceso de aceptación. En vez de tratar de moldear a tu hijo o hija para que encaje con tu personal percepción de lo que debería ser, enfoca tu atención en conocer su personalidad. Haciéndolo, tu adolescente será más capaz de descubrir su individualidad y potencial. Y, al igual que con las plantas, cuando conoces cómo es tu hijo y las necesidades que tiene en vez de tratar de cambiarlo, la paternidad se vuelve menos difícil.
Los adolescentes sienten un enorme deseo de averiguar de lo que son capaces. Necesitan poner a prueba su poder e importancia en el mundo. Esto significa que desean decidir lo que pueden hacer por sí mismos sin ser dirigidos ni ordenados. A menudo los padres tomamos esto de manera personal , como un desafío hacia nuestro poder, por lo que creamos una lucha de poderes. Algunos jóvenes encuentra el poder personal tal intimidador que buscar que otros, generalmente otros jóvenes, les diga que hacer, lo cual puede ser la peligrosa consecuencia de un estilo educativo especialmente controlador.
Para los padres , la clave está en aprender a respaldar la rebeldía de sus hijos, de la manera respetuosa que les enseña habilidades de la vida. Aprovecha esta oportunidad. Estamos ante una etapa evolutiva de nuestros hijos con un potencial increíble para adquirir aprendizajes
Ten paciencia. Si evitas entrar en luchas de poder y las críticas, tú hijo terminarán siendo uno de tus mejores amigos alrededor de los 20 años de edad
a) Programa un momento especial para estar con tu hijo fortaleciendo la relación y llega realmente a conocerlo.
b) Hazle saber que cuando se acerque a ti no recibirá críticas, juicios o desaprobación sino un oído afectuoso y comprensivo
c) Cuando tu hijo se meta en problemas debido a las decisiones que ha tomado, utiliza preguntas cordiales de curiosidad,en lugar de discursos, para ayudarle a que él pueda explorar las consecuencias de su comportamiento. Eso es muy diferente a imponer una consecuencia.
d) Tener conversaciones con los jóvenes en las que ellos te digan cómo manejaría situaciones potencialmente peligrosas y cómo buscaría aprender a diferenciar lo que es peligroso de lo que no lo es, es algo que puede ser muy provechoso mucho más provechoso que simplemente decírselo.
e) El afecto y la firmeza utilizados de manera conjunta permiten que tus hijos sean responsables de sus decisiones sin agregar más castigo
f) Habla con tu adolescente y no a, por o para tu adolescente. (Valida sus sentimientos y comparte los tuyos empleando mensajes donde la palabra “ yo “ esté presente).
g) Aumenta el sentimiento de comprensión compartiendo con tu hijo alguna situación similar que hayas experimentado.
h) Decide con dignidad y respeto lo que tú harás y no lo que intentarás que tu hijo haga.
Y recuerda…. la adolescencia es una magnífica oportunidad que tenemos para enseñarles habilidades de vida a nuestros hijos y acompañarles de manera respetuosa en su desarrollo a la etapa adulta.
Sonia Arias. Disciplina positiva